Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1860-1861 (Cortes de 1858 a 1863)
Sesión: 10 de diciembre de 1860
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 55, 815, 816
Tema: Presupuesto de Fomento

El Sr. SAGASTA: Está visto que el Sr. Navasues se encuentra en una posición que yo no quisiera tener; se encuentra siendo maestro de todos los que hemos tomado parte en esta discusión, y ha tratado de corregir la plana, primero al Sr. Madoz, y después a mí.

S.S. ha dicho que yo he pronunciado palabras mal sonantes. ¿Cuáles han sido? ¿Dónde están? Dígalas S. S. o de lo contrario creo que S.S. habla con una ligereza extraordinaria , y eso sí que suena oral; decir que un Diputado pronuncia palabras mal sonantes sin poder citar cuáles son. Dígalas S.S. se conoce que el Sr. Navascues ha estado fuera del salón cuando yo hablaba, y no sabe las palabras que he pronunciado, si las supiera, hubiera comprendido que al querer darme esa lección se la daba a sí mismo, que por lo visto la necesita. Yo he dirigido cargos justos, no duros a la comisión y a los representantes de Navarra; a los representantes de Navarra, que sin haber tomado nunca parte en las cuestiones de presupuestos, han venido a tomarla hoy. Me dice S.S. que es una excepción, que ha tornado siempre parte en esos debates. Lo siento por S.S. ¿Cómo he de creer yo que S.S. reasume en sí toda la representación de las provincias exentas? S.S. será una excepción que no debo tener en cuenta al hablar en tesis general.

Yo no he dicho que los Representantes de las provincias exentas no deben tomar parte, sino que no la han tomado; ni se concibe que la tomen; y no la han tornado; porque, para mí, como para todos, Sr. Navascues, es una cuestión de justicia y de delicadeza: ¿cómo han de tomar parte los Diputados de Navarra y de las provincias exentas en cuestiones de presupuestos, cuando aquí no podemos alterar las contribuciones de esas provincias, y eso la provincia que la satisface porque hay algunas que no las pagan? ¿Sería delicado ni justo que los Representantes de esas provincias que no pagan contribuciones, o que algunas no la pagan, y que aun respecto de las que las pagan no podemos variar su cuota, vengan con su voto y su palabra de alterar los presupuestos del Estado? Por eso he dicho que los Diputado de Navarra no tomaban parte en este debate; no la podían tomar y hacían bien, porque eso era digno, justo y delicado. S.S. será juez de su conducta; pero luego aseguró al Sr. Navascues que si los Diputados de Navarra y provincias Vascongadas siguieran el ejemplo de S.S., pronto discutiríamos aquí lo que deberían pagar esas provincias, porque si ellas vienen a influir aquí en el aumento del presupuesto, ¿qué razón puede haber para qué no entendamos nosotros en lo que deban a su vez pagar? ¡Y es extraño y sensible que venga yo a hacer la defensa de esas provincias contra los Diputados que las representan! La responsabilidad, si esto sucede, de seguir los demás Diputados la conducta de S.S. sobre ellos caería.

 Esto he dicho yo, Sr. Navascues, y nada más. No he dirigido cargos duros; sólo los he dirigido justos. No he usado palabras mal sonantes, y apelo a la memoria de los Sres. Diputados. Los cargos han sido graves porque es notable la ligereza con que se ha procedido en esta cuestión y la informalidad con que ha venido; porque al presentarse la enmienda, no se había fijado la cantidad, y al preguntarse por la comisión Ia cantidad, se ha dicho: puede ponerse hasta 40.000 rs. ¿Es esto serio? Así lo hemos oído: la enmienda no fijaba cantidad ¿Puede admitirse esto por el Gobierno? ¿Se discuten así las cuestiones que tanto afectan al país? No, y mil veces no. Para pedir una cantidad cualquiera e incluirla en el presupuesto, es necesario desmenuzarla, detallarla y examinarla detenidamente, y ver después la manera como se ha de distribuir. ¿Qué culpa lento yo que de esta falta de formalidad en este asunto resulten cargos graves para algunos Diputados que han tratado la cuestión de ese modo; ni de que el Gobierno haya aceptado esa innovación? Por lo demás, quede sentado, y es lo que más importa; que no he usado palabras que no pueden pronunciarse en este sitio, y quede sentado que lo prueba así el silencio del Sr. Navascues que las diga; yo le autorizo; yo le reto, porque si se me hubiesen escapado en el calor de Ia improvisación, estoy pronto a retirarlas; pero tengo en esta ocasión el convencimiento de que no ha sido así; he usado, el lenguaje que suelo usar: severo sí, porque severidad exigen los intereses del país.

El Sr. SAGASTA: Pido la palabra para rectificar.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Monares): Ruego a V.S. que tenga presente la latitud que se le ha concedido en este debate. [815]

El Sr. SAGASTA: Seré breve, pero comprende V. S. que tengo necesidad de rectificar algunas de las cosas que ha supuesto S.S.

Preciso es convenir en que el Sr. Navascues o yo estamos esta tarde muy desgraciados, porque o yo me explico tan mal que S.S. me entiende al revés, o S.S. no me entiende aunque yo me explique bien.

Yo no he dicho ni podía decir que S.S. y los demás Diputados de las provincias Vascongadas no tuviesen delicadeza: eso lo ha dicho S.S., yo no. Lo que yo he dicho, y lo voy a repetir ahora todo lo más claro que me sea posible, es que los Diputados de las provincias exentas en general, y de Navarra en particular, no tomaban parte en la discusión de presupuestos, porque unas no pagaban contribución alguna, y otras satisfacían (y aquí ve S.S. cómo no he confundido a Navarra con las otras provincias) una cuota fija. Que aquí no entramos en la cuestión de los presupuestos de esas Provincias; que el Parlamento no puede modificarlos, y que creía yo, y conmigo todos los demás Sres. Diputados, que era cuestión de delicadeza y justicia para ellos el no tomar parte en esta discusión. Y la prueba de que tengo razón en esto que he dicho, es que todos lo han hecho así excepto S.S. Yo no he tratado de calificar la conducta de S.S. Yo dije: S.S. se ocupa de los presupuestos y vota, y yo le hago juez de su propia conducta; no quiero serlo yo.

Que he confundido las provincias Vascongadas con Navarra. Yo las he considerado en globo, porque para esta cuestión están consideradas de la misma manera. Ni nosotros podemos variar la contribución que paga la provincia de Navarra, ni podemos hacer que paguen las provincias Vascongadas; y a esta especie de inamovilidad de sus presupuestos me refería yo al ocuparme de ellas en general y de la conducta que hasta ahora habían observado sus Representantes. Por consiguiente, todo lo que ha hablado S.S. sobre las gravísimas equivocaciones que en su concepto he cometido, cae por el suelo.

(Hablan el Sr. Marichalar, y Aguirre de Tejada.)

El Sr. SAGASTA: Pido la palabra.

El Sr. SAGASTA: Sólo una pregunta para concluir esta cuestión.

La Comisión dice que ha estudiado esta cuestión detenidamente; pues pregunto a la comisión:¿ha visto el expediente que hace necesaria esta cantidad?¿Sabe el número de empleados que se ha de nombrar?



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